La palabra sabia es aquella que, dicha a un niño, se entiende siempre, aunque no se explique.
Unamuno
Y el mundo atronó a nuestro alrededor y entonces descubrimos el embeleso del silencio. Somos comunicadores y eso en sí mismo define la paradoja en la que vivimos porque al fin y al cabo todos los seres humanos se definen por este atributo. Somos profesionales de la comunicación; entonces todo a nuestro alrededor se ralentiza pasmado por la soberbia que acompaña a una afirmación tan rotunda. Atruena el silencio y apoyados en su inmensidad recuperamos cordura y dimensión: somos artesanos de palabras, de canales, de códigos. Somos artesanos del verbo de un mundo que atruena y que muy pocas veces lo hace en silencio.
Nos constituimos en una Comunidad de Comunicadores porque entendemos que nuestra obligación como artesanos es crear este nuevo gremio, que debemos fomentar el talento sin perder la humildad y que lo global se impone, pero lo local nos define. Nos hemos buscado casi a tientas y de las sombras nos han sacado las lenguas que nos unen. Vivimos en un mundo donde más de 700 millones de personas hablan español y portugués, y a ese mercado debemos nuestras habilidades y quehaceres.
Somos una Comunidad de Comunicadores convocada para dar respuesta a los retos que acompañan al mañana. Somos una red y cada uno somos malla. El océano no nos separa, define una realidad iberoamericana que no siempre tenemos presente, pero que sin embargo conforma nuestra razón de ser. Un puente de conocimiento y encuentro a conservar con el esmero y la dedicación que demandan todas aquellas creaciones del hombre que lo engrandecen y lo mejoran.
El mundo atruena con incógnitas tecnológicas y, como artesanos del verbo, nos ocupa desentrañarlas y ponerlas al servicio de un mundo mejor. No es cierto lo que se dice, que no tenemos alma porque el poder nos paga, puesto que nuestra obligación es recordarle que sin empatía no hay habla. Nos debemos a la palabra, a la imagen, al concepto, a todo aquello que nos une, a todo aquello que nos hermana.
Nuestra voz es trueno de entendimiento porque siendo muchos, somos todos y cada uno. Somos México. Somos España. Portugal. Brasil. Río de la Plata. Colombia. Perú. Pacífica americana. Los retos alimentan nuestros sueños que trocamos en realidades con la pluma y la palabra. Que las hacemos digitales, pero que todos sabemos que son fondo y forma de todo lo que hacemos.